jueves, 24 de julio de 2014

 
Silvia
 
Pintura acrílica
30 x 39

Queriendo al sueño
 
 
                      Vivo queriendo al sueño,
                 aunque el sueño sea nada
                 en realidades que se duermen
                 e ilusiones que se despiertan...
 
 
                 Lo que se vive es la vida,
                 lo que no se vive no existe,
                 mas quien vive olvida
                 que es el sueño que persiste...
 
 
                 Vivo siendo mi vida,
                 es mi vida poesía;
                 si el sueño me olvida,
                 soñaré hasta ser día...
 
 
                 Extraño sueño de tanto querer,
                 extraño querer de tanto soñar;
                 lo que sueño se va del querer,
                 lo que quiero se va del soñar...
 
 
                                                        Orlando Faias

Rio Miño

 
 
Río Miño
 
Pintura acrílica sobre papel figueras
50 x 65

vendido

martes, 20 de mayo de 2014

sábado, 15 de marzo de 2014

Niños al piano

 
 
Niños al piano
 
Pastel sobre papel Canson

50 x 70 cm


Aromas de poesía

 
Aromas de poesía
se respiraban las tardes
terminada la escuela
los niños jugando con las teclas
componían los sueños
con las estelas del raso del firmamento...

Aromas de poesía que reconfortaban el paisaje
con la belleza de unas letras recién nacidas,
que formaban la tesitura del paraje
en la tarde que ofrecía bienvenidas…

La inocencia al piano componía melodías
que conjugaban al cariño
e iba confeccionando rimas
con un beso robado, delicada sinfonía
que invitaba al abrazo en aquella tarde festiva...
y mientras ella se desnudaba al conjuro de una rosa,
cómplice absoluta de los misterios de su alma.

...ese aroma, que me extasiaba en tu suspirar,
y que lograba al cielo elevarme...
Eras tu, todo tu...
entero llenabas mi pensamiento
bebía tu aliento
y en un suspiro de emociones...
tu aroma de perdición me acariciaba...

tú eres yo, yo soy tú…
fundámonos en un eterno abrazo de pasiones
para florecer
en los pétalos carmesí de una rosa...

Calma en mi interior,
que enraíza las tardes musicales,
al calor de la inocencia,
entre sonidos de la niñez...
Niños que juegan a ser músicos,
sinfonías que llegan sin espinas,
a la espalda cruda de un ser...

Y tan solo jugamos con nuestras manos,
el arte de aprender del teclear unas piezas...
transformando el sonido en la rima que de sueños es,
 aunque no sé si estaré soñando, pero estoy contigo.

Tú me decías adiós
Con esos dedos pequeños
que apuntaban a los sueños
con la facilidad que se escribe
 la hierba en la tierra
cuando llueve y es primavera



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